Visitar el CaixaForum de Madrid es una experiencia pirata más
que recomendable.
Me encanta bajarme en el metro de Banco de España y caminar
por el Paseo del Prado hasta llegar al impresionante edificio del CaixaForum, esquivando
guiris, puestitos de souvenirs, manifestaciones, policías con cara de perro (¿tienen
otra?) y a la vez coleccionando flyers de restaurantes de menú de buffet libre
“CartografíasContemporánea, un dibujo del pensamiento” es una de las exposiciones, cortesía
de los hipotecados de la Caixa, que estos
días podemos visitar en sus entrañas.
Bajo un título tan sugerente, yo, un enamorado de los mapas, no he podido dejar
pasar la ocasión de visitarla.
Comencé la exposición chupándome los dedos de emoción.
¡Plas! De repente me encuentro ante narración
ligera, fluida, con un
planteamiento y una presentación bastante atractiva. Cojonudo, me dije, esto
promete.
Comenzamos con una reflexión sobre la necesidad humana de reducir
y simplificar todo a números, coordenadas y trazos abstractos que acaban
conformando los mapas (físicos, psíquicos, políticos, etc) donde nos movemos, o
eso creemos (¡bien!)
Temas tan candentes, como
el problema palestino, los imperios, la guerra yugoslava, los nacionalismos, etc,
van siendo planteados de una forma
elegante, como solo el arte puede hacer.
Y sin embargo conforme la exposición se va desarrollando, acaba
cojeando, se tambalea, pero no por falta de información, si no todo lo
contrario. La petan, la saturan.
¿Cómo? “…cartografías de espacios físicos y mentales que
generan nuevos significantes y reflexiones sobre los distintos tipos de
espacios (heterotopías, utopías, invisibles o virtuales)”
Cojonudo pretexto y
paja mental retórica para decir que van
a meter en la exposición todo lo que les
salga del artístico escroto del comisariado.
Efectivamente. Flipando con las obras de Artur Barrio, Michael Druks o RivaneNeuenschwander y disfrutando con CristinaLucas ó el elegante y brutal 9am-5pm de Ed Ruscha, llega el momento del bocadillo de polvorón: se
me atasca la expo.
Comienzo a notar una indigestión por sobreinformación, que
me satura y me estriñe intelectualmente.
Artur Barrio,
Uma faca lançada de um ponto qualquer de Portugal sobre um ponto não qualquer da Europa
Un planteamiento tan interesante es echado a perder por lo
que parece un burdo intento dotar a la exposición de cierto “peso” al incluir en la misma
a los grandes dinosaurios del arte. A mi parecer, totalmente
prescindibles, por estar fuera de lugar,
obras como un Yves Klein, una de las
maletas de mi queridísimo Duchamp ó un truño gráfico Paul Klee (entre otros)
Señores, considerar una performance del gran Klein como
“cartografía actuada” me suena más a calzador que a otra cosa.
Lo triste es que de paso han obviando facetas tan
interesantes como las propuestas
artísticas que hay sobre el google maps
o incluso las redes sociales del inabarcable internet.
El resultado final es una exposición que si bien es muy
recomendable por el planteamiento original y por la cantidad y calidad de muchas de las obras,
se queda en un poco en anécdota de lo que podía haber sido y no fue.
Como diría Matías Prats “vaya, parece que en esta exposición
de cartografía alguien perdió el Nooorteee”
Increíble tu narración. No podía ser más acertada.
ResponderEliminarCreo que esto lo tendrían que leer los del Caixa Forum!!!
Es usted muy gentil, estimada señorita, gracias por el cumplido
ResponderEliminarUn saludo
ya lo tuitea los de la caixa!!! ;)
ResponderEliminar:O mil gracias latani! aunque estos son de oidos duros ;)
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