Detalle de cabeza de zorro. Bolígrafo rojo y negro sobre papel acuarela (70 x 51 cm) |
Husmea el ambiente, se mueve nervioso y se esconde. Luego sale un rato, otea el percal y vuelve a su guarida en busca de un mejor momento. Así se mueve este dibujo, entre que sí y que no, esquivo e incierto hasta el último momento. Hasta el último minuto.
Sigo trabajando en este encargo , llegando a ese instante en el que el disfrute y el sufrimiento se intercalan a partes iguales. Señal de que el final está próximo.
Astuto como un dibujo solo él sabe cuando es definitivo. Para eso juega a parecerse a un zorro.
Espero que os guste amiguetes, felices vacaciones y nos vemos a la vuelta.