viernes, 11 de abril de 2014
Reflexión para la Semana Santa
Se acercan días de penitencia y fervor religioso en el mundo católico, apostólico y romano. Es momento de de procesiones, saetas y de manifestaciones ultra religiosas para llorar al dios yaciente, madreado por la turba pecadora y abandonado de la mano de la justicia por las autoridades pertinentes.
Pero no nos olvidemos que cerca, muy cerquita, hay gente igual de puteada, desesperada, y madreada, en busca de un mundo mejor.
Propongo que dejemos de cogérnosla con papel de fumar y abandonemos la terminología aséptica para llamar a las cosas por su nombre. Es decir, en vez de "subsahariano", "persona que vive en África y se juega la vida en busca de un mundo mejor y más justo", en vez de "concertina", "cuchilla", en vez de "devolución en caliente", "detención ilegal".
Y si no, para igualar el tema, apliquemos otros nuevos pero a la inversa. Es decir, en vez de "Europeos", "sobresaharianos", en vez de "valla de limitación", "trampa caza humanos" y en vez de "víctimas", "devoluciones en frío".
Así mejor, ¿no?
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