Gracias a todas y todos los que vinieron, a la inauguración o a la clausura, también a los que intentaron venir y no pudieron y a los que no supieron, a los despistados y los que no quisieron.
Gracias también la gente del Martínez, a los buenos vinos, a la gracia y al salero.
Gracias a los que invirtieron en arte, a los que brindaron y a los que bebieron mientras comentábamos sobre la vida, sobre la muerte, el 21%, el paro, el fútbol, el amor, el sexo, los peces,el whisky, la política, el barrio,Kosuth, la cultura y la falta de dinero.
Gracias a los de aquí a los de allí . También a los de más allá, que aunque dicen que se fueron todavía están.
Gracias al metro de Madrid, a los bolis, a los tacos que se comen, a los que se me escapan, a la lluvia, al otoño, a la noche, a las aceitunas, a las tres semanas de exhibición, a los meses de trabajo, a tus horas de paciencia, a mis días de impaciencia y a aquel justo momento de tu vida que decidiste invertir un trocito de lo mejor de ti para hacer posible que esto llegase donde tu quisiste que llegara. Y yo también.
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