Tardes apacibles y otoñales como éstas invitan a pasear el
palmito por el centro del Foro y husmear, de paso, las propuestas galerísticas
de la ciudad.
Armado de valor y con el impulso de los héroes que son capaces
de torear a la pereza que suele cornear
las tardes de siesta, me acerqué a esa amalgama de galerías que se agrupan en
las callecitas del Centro.
Pim,pim,pim, la musiquita del MP3 acompaña en los oídos y me
hace deslizar por el metro. Casi sin darme cuenta llego a mi destino, Banco
de España y soy regurgitado al exterior entre la vorágine de güiris pertinente.
Framis, the Room to Forget |
A ver…a ver…venga, tiro Barquillo pa riba, hasta el 44. Galería Juana de Aizpuru. En el cartel, Alicia Framis. “Habitaciones Prohibidas”. Cojonudo.Me gusta. Lo recomiendo. Me llama mucho la atención la obra “the Room to Forget”, o cómo diría un cristiano, “Habitación del Olvido”.
Imagina un cubo de metacrilato todo tocho y lleno de Metyrapone, la medicina que tiene el
efecto de hacer olvidar. ¡Ostiaputa!
Veo la obra, giro alrededor, estudio posibles resquicios que
inviten a meter un dedito y chupar su contenido o algún tipo de escape en el
que hurgar con la lengua…nada…todo cerrado y bien cerrado (que eficiencia cabrones!)
Framis, Departures |
Una exposición muy interesante y recomendeibol que me llevó a la calle dándole vueltas a la idea de espacio. Me llevo una hojita de información que me informa (valga la redundancia) sobre la obra y sobre la pedazo de artista. Me ayuda a seguir reflexionando sobre lo que he visto. Una buena experiencia. Next.
“Venga, a la Max Estrella que está aquí al lado”, me digo mientras regateo a un par de ancianas con su barra de pan bajo el brazo y en menos de lo que tarda un rey en romperse la cadera, ya estoy en la puerta.
“Tirar” dice un cartelito pegado en uno de los batientes de
la acristalada entrada. Tiro. Lucho. Empujo. EEENGAAA JAPUTAAAAA, pierdo el
estilo.
Entrada al patio que da con la galería |
Al "ruidajal" acude un mozo bien vestido que, apretando un interruptor interno, me facilita la entrada, “Anda coño, si se abre por dentro y yo tirando!! Puñetero cartel…” y saludo sonriente a la persona que me rescata de la calle con un “hola!” .
Un gruñido por lo bajo que yo interpreto como otro “hola” y
que en realidad suena a un “miratíonometoqueslaspelotasconloagustoqueestoyyoaquídentroytuaporreandopuertas”
me da la bienvenida a un bonito espacio. El chico desaparece rápido detrás de
un cuarto y me quedo solo en la entrada. Todo es silencio. Solemnidad. Empiezo
a estar confundido.
José Ramón Amondarain, no sé como se llama la obra |
A ver, a ver…busco algo de información…um…bonitas fotos, eh…¿qué es esto?...”tac,tac,tac” unos furiosos golpes de teclado rompen mis reflexiones.
En un cuartito, una moza golpea, concentrada, algún
palabrerío en diferido al cíber-mundo.
Coñoooooo ¿una performance? No, no, no está des nuda. Vale.
Me acerco con cautela a las obras que hay por las paredes. Unas
caracolas jalonan los impolutos y albinos metros cuadrados hasta un espacio al
fondo, donde se vislumbran más obras.
José Ramón Amondarain. Jackson Pollock, Jocoso Lp KK Clan |
¿Pero qué coño es esto, qué estoy viendo? Busco información. Un cartelito. Un nombre. Un dato. Mi cuello cruje ante tanto movimiento espacial de la cabeza. “Me cago en la puta….”
Y de repente, en un ladito, cercano a la chica del ordenata,
un pequeño pedestal contienen un archivador. Me acerco. Unas paginitas
plastificadas contienen una descripción del artista y de la obra. Leo. Hay un
huevo de texto y con los nervios y la mala hostia que se me está poniendo no
consigo entender una puta mieeeerda.
¿El artista
? Jose Ramón Amondarain. Mira, no le conocía. Ahí viene un
desglose amplio de lo que se expone (aunque explicado de forma un poco abstracta para mi gusto) y de las técnicas que emplea. Fotografía de sus cuadros pintados,
pintura de, la fotografía, esculturas de la pintura…en definitiva, una mezcla muy chula, una obra
compleja, conceptual y reflexiva. La verdad, se me hace interesante.Me gusta. Lo resomiendo también.
Jose Ramón Amondarain, ‘Entretacto’, 2013. Oleo / tela, 230 x 300 cm |
Lo malo es que solo hay ese texto. Son muy cools y parece que imprimir más folletos
es demasiado mainstream.
Esto hace que, conforme avanzo por la expo, tenga que acudir
y desandar el camino realizado hasta el puto folleto para enterarme de lo que
estoy viendo.
Ok le frère, aquí se la pinzan con papel de fumar!!
De repente suenan las alarmas en mi cabeza ¡ATENCIÓN,
ATENCIÓN, ALERTA GUAY, ALERTA GUAY!! Comienzo a entender que estoy en uno de esos espacios que entienden que el arte es
y debe ser un lugar exclusivo para diálogos exclusivos y para gente exclusiva…mente…estúpida.
José Ramón Amondarain. Jeff Koons. JFK en foso |
A la mierda todo el esfuerzo que se ha hecho durante tantos años para democratizar el arte.
La Max Estrella se ha convertido en uno de esos lugares que, vestidos de modernidad, retoman el concepto
clasista y trasnochado de los más carcas
del arte y lo traducen en un ejercicio de casposismo-gafapastero, que alimenta en
el mamoneo institucional de la pose de turno del paleto disfrazado de hipster. Es decir, del que no tiene ni
puta idea pero va a dejarse ver .
Amiguetes de la Max, el arte es una experiencia, pero una
experiencia particular y propia para cada espectador. La forma de presentar el
espacio y la obra (accesibilidad limitada, frialdad en el trato, información
escueta) es un atentado contra esta experiencia pues, de cierta manera hay
presente una predisposición hostil e intimidante
que hace que la perspectiva cambie, marcando una distancia entre obra y espectador
que dificulta el disfrute de la misma. ¡¡Maaaal!!
Y es una pena porque la obra es cojonuda.
Colegas, estamos hablando de arte, no de religión. Y quién
entienda que es lo mismo va por mal camino pues, a diferencia de ésta, no hay
una verdad única e indivisible, si no millones, una para cada persona. Mucho mamoneo, poca diversión.
Un saludo a todos y a todas, en especial al señor Fabra, il capo de Castelló.
¡Que tengáis un buen día!
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